Con el inicio del invierno y el cultivo aun en estado vegetativo, comenzaron a aparecer los primeros síntomas de Rabia (Ascochyta spp.) en el cultivo de garbanzo. Advierten que algunas lesiones pueden confundirse con daños por las heladas, por lo que se recomiendan monitoreos recurrentes y análisis de laboratorios.
Si la enfermedad se generaliza puede producirse efecto de “tizón” presentando la característica coloración grisácea de hojas y tallos que afecta rápidamente a todas las plantas del lote.
Desde la UCC recordaron que este patógeno requiere, para hacer infección, temperaturas bajas en un rango entre 15 y 25° C, con humedad relativa alta durante 6/12 hs, o 5/6 hs de mojado foliar. En esta campaña las heladas ocurridas (semana del 20/6) en el cultivo poco crecido, hizo que las condiciones para que se produzca la infección temprana sean menos exigentes que las citadas precedentemente.
También aclararon que el patógeno queda en el rastrojo infectado y en la semilla, en forma de micelio y cuerpos de fructificación asexual en las hojas y tallos secos, donde se producirá la fase sexual (pseudotecios) durante los meses fríos de invierno. Los altos niveles de humedad son esenciales para la actividad saprofítica y el desarrollo de los pseudotecios, los cuales se desarrollan y maduran con temperaturas óptimas de entre 5 y 10°C. La maduración de estos cuerpos posibilitará la liberación del nuevo inóculo primario (ascosporas) en el ciclo de cultivo siguiente.
Cita: Todo Agro
Fecha: 11/07/2017